Zambia es un país donde el sol ocupa casi todo el cielo. Cuando atardece, te das cuenta que irradia fuego, tiñe de naranja los desconchones de sus muros y la arena de sus calles. Allí habitan las sonrisas más vulnerables que he conocido. El miedo a la muerte se van en los aviones de los turistas. Allí se vive al día, con lo puesto.
Este reportaje se realizó en la comunidad de Mwandi y otros lugares de Livingstone, durante un voluntariado en 2015. El viaje que me cambió la vida.
En los últimos días de mi viaje, visité un poblado en la carretera hacia la frontera con Botsuana y Namibia. Este poblado estaba construido con tablones sobrantes de una maderera vecina.
Livingstone es una ciudad de paso, a tiro de piedra de las Victoria Falls y fronteriza con 4 países. Algunos retratos de las personas que conocí.
La escuela de Mwandi era el punto de reunión de todos los niños de la comunidad. Allí se nos acercaban, curioseaban, nos hacían miles de preguntas y volvían a la concentración de sus juegos.
Aunque no suelo retratar a la gente con la que me encuentro, este viaje me supuso un antes y un después en mi forma de concebir la vida. No fueron sus paisajes, ni su naturaleza quien provocó ese cambio, si no a las personas que me encontré. Es por ello, que les he dado preferencia a ellos. Para terminar, quiero enseñar los maravillosos lugares por los que pasé.